Sí amigas. ¿Quién no se ha quedado colgada después de asegurar que sólo fue un buen polvo? La cuestión es que sales una mañana de una casa desconocida a la que juras no volverás y a los tres días estás como loca por entrar de nuevo. Y ante esto sólo hay una conclusión; el tío no nos ha escrito. Es ahí en ese momento cuando la inseguridad corre nuestras venas, lo que creíamos había sido la mejor felación de tu carrera se convierte en un “¿no le habrá gustado lo suficiente?”. Empieza una tormenta de cuestiones técnicas sobre tu actuación, tu cuerpo y lo que es odioso: tu personalidad.
Y sin recibir un mensaje, 0.
Escondes el teléfono para que pase el tiempo y en tu cabeza te repites “me da igual ese tío”. Media hora después al mirar el whatsapp encuentras 100 mensajes, obviamente están todas menos el que querías. El mundo vuelve a convertirse en lugar espantoso.
Te prometes que no vas a gastar un minuto más en pensar en lo que para ti fue una noche de sexo animal. Pero cuando amaneces te encuentras unas palabras de “Él” y entonces la mañana se vuelve preciosa y, más que eso, excitante. Tu tenías claro que lo tenías en el bote pero el había decido dejar un tiempo de precaución… -nos encanta engañarnos-.
Evitas devolverle el guiño enseguida porque así no se juega pero al final contestas, y lo que para ti han sido dos horas sólo son 10 largos e infinitos minutos. Y es aquí, justo en este instante, cuando una debería decir “ya la he liao”. Porque no nos engañemos, el misterio está durmiendo en el otro lado de la cama.
El cuelgue llega sin que te des cuenta, por la puerta de atrás como quien dice. Ahora quieres que te diga de ir al cine, de tomar unos vinos o de quedar simplemente. Y la pregunta es claramente “¿Cómo combatir el misterio?”. Sólo hay una salida queridas valientes: Atacándolo de frente.
Yo mande un mensaje directo
– “¿Cómo va ese lunes? ¿Qué te parece si hacemos que esta semana no sea cómo las demás?”
– “¿Qué tienes pensado?”
– “Pues muy sencillo. Pasarlo increíblemente bien juntos.”
– “Pues no es mal plan 😉 Cuándo te va bien?”
Y con esto señoras se da un portazo al misterio. ¿Y si no hay respuesta? ¿Y si las esperas son largas? Pues eso significa que acabaste con el misterio y las dudas, y sobre todo con un cretino.
Triple.A.
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